agosto 15, 2017
Las semillas de chía tienen múltiples beneficios para el cuerpo y la piel. Hay miles de formas de consumirlas: con cereales, panes, en puddin y hasta en el agua de limón. Si aún no la consumes te decimos algunas razones para empezar a incluirla en tu dieta.
La vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda a mantener la piel suave y joven. La ventaja de las semillas de chía es que la vitamina E se absorbe fácilmente en el cuerpo, maximizando los beneficios.
El Omega 3 es una grasa esencial para el bienestar de la piel: combate el acné, la inflamación y promueve su regeneración. El Omega 3 es un excelente regulador hormonal, cuando sufrimos de estrés nuestras hormonas se desbalancean y esto afecta a la piel directamente. Además la chía tiene más Omega 3 que el salmón por porción.
¿Fibra para la piel? La fibra regula los niveles de azúcar en la sangre, cuando estos niveles están controlados, las hormonas funcionan como deberían, te sientes calmada y no te dan ataques de hambre cada hora. En cambio, cuando los niveles de azúcar se descontrolan, la piel sufre de inflamación y acné. La fibra de la chía es especial ya que dentro del estómago crece más de 10 veces, manteniéndote saciado por más tiempo.
El mineral anti-edad por excelencia.
Además de regular el azúcar, es esencial para mantener el sistema nervioso saludable, ayudando a evitar que la piel sufra los efectos del estrés. El magnesio ayuda también a incrementar los niveles de energía, propiciando un flujo sanguíneo óptimo que te ayudará a tener una apariencia radiante.
La chía es una gran fuente de proteína vegetal. Ayudará a tu piel a producir colágeno y mantener su elasticidad.
El potasio ayuda a controlar la hinchazón generada por el consumo de alimentos procesados o altos en sal.
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